El artículo de hoy está dedicado a la cocina de otoño. Vamos a hablar de que hábitos vamos a ir modificando para adaptarnos a esta estación.
Seguro que has notado que en los últimos días el viento es más frío. Cada vez tenemos menos horas de luz y nuestro entorno se va recogiendo.
Si todo está cambiando a nuestro alrededor, es de sentido común adaptar nuestros hábitos a estos cambios.
Si observamos, de forma natural, nuestra energía también se esta transformando y cada vez tenemos más ganas de pasar más horas en casa y no estamos tan eufóricos como en el verano.
¿Por qué es importante que adaptes tu alimentación a la estación del año en la que nos encontramos?
En cada estación hay unas condiciones de temperatura, humedad, luz… diferentes. Si eres capaz de armonizar con ellas, tu cuerpo va a ser mas resistente a la enfermedad y la perdida de energía será menor.
Lo que comes ha de reflejar un ritmo con el clima de nuestro entorno. Cuando comes alimentos fuera de la estación o de lugares con climas muy diferentes al nuestro, es posible que tengas más dificultades para adaptarte al ambiente en el que vivimos.
Entre nosotros, y el medio que nos rodea, del que somos inseparables, existe una sintonía perfecta.
En otoño las temperaturas bajan, comienzan los fríos y las lluvias, aumenta la humedad en el ambiente y anochece antes. La energía de la estación anterior va descendiendo y en esta, se concentra, se reúne y consolida.
La cocina macrobiótica de otoño tiene como objetivo guardar el calor en el interior, por esto elegimos cocciones más largas, lentas, que concentren el calor como estofados, guisos o nishime. Evitando los alimentos crudos que enfriarán nuestro cuerpo en esta época del año.
Comeremos con más frecuencia arroz redondo integral. Entre las algas destacamos la hiziki y entre las legumbres las alubias.
Elegiremos alimentos de raíz y verduras redondas dulces que nos reconfortan con su dulzor natural.
Existen alimentos que te ayudarán en esta estación como el jengibre que guardará el calor interior.
Te animamos a que realices cambios en tus hábitos, te acuestes antes, cenes pronto, utilices las formas de cocinado y alimentos que nutren en esta estación. Y observes como te sientes.
La adaptación al cambio y armonizarnos con el medio es una gran herramienta para alcanzar la armonía en tu interior.