Claves y recetas para saciar tus antojos

Hoy continuamos hablando sobre un tema apasionante, el hambre emocional y el hambre física, nos centramos en claves y recetas para saciar tus antojos.
Tal como os contaba en el artículo:  Hambre emocional y hambre física, intentar saciar emociones con alimentos es algo que nos lleva a un circuito sin fin. En el que sentimos alivio por un momento para volver a repetir esta acción, de tal modo que se convierte en un hábito del que es difícil salir.
Lo primero  NO TE JUZGUES. Todo lo que te ocurre tiene un para qué.
Lo importante es  tomar conciencia de la relación que tienen tus hábitos alimenticios con tus emociones.
Para ello es esencial observar, y ver si hay alimentos que te apetecen de forma repetitiva, que actitud tienes hacia la comida, si comes desordenado, rápido o picas mucho entre horas..
Hoy voy a contarte algunas claves prácticas para evitar saciar el hambre emocional con alimentos y tener una relación más armónica con la comida.
1.-Evita consumir alimentos envasados, «paquetitos» como snacks, galletas, pastelitos, bebida azucaradas.. Tal como hablábamos contienen ingredientes que generan mucha «adicción».
2.-En tu alimentación diaria han de estar presentes todos los nutrientes.
Cuando hay algún grupo de nutrientes que no está en tú alimentación, el cuerpo te lo va a pedir de forma repetitiva para cubrir esa carencia.
Utilizaremos de forma habitual aquellos alimentos que además de ser ricos en nutrientes son equilibrados a nivel energético: Cereales integrales en grano, legumbres, proteína vegetal (tempeh, seitán, tofu), verduras y frutas  de temporada, algas, semillas y frutos secos.
3.-Comienza a preparar tus propios alimentos en la forma en la que más te apetecen. Pero con ingredientes naturales, sin aditivos, saborizantes.. Si tú los elaboras, sabes perfectamente que ingredientes llevan.  Cuando leemos la etiqueta, de los alimentos envasados, muchas veces, no comprendemos de que productos está hablando. Y los comemos como un impulso, sin saber que efecto tienen estos ingredientes en nosotros.
Te pongo algunos ejemplos con recetas para que puedas comenzar a practicar en casa:
Si te apetece algo crujiente y salado, puedes preparar:

Tempura de nori                                                                       Chips de kale

Si tienes ganas de galletas:
Galletas veganas crujientes

Si no te puedes resistir ante el chocolate:
Mousse de chocolate con                          Tarta de mousse de cacao sobre bizcocho
frutos del bosque                                                          de arándanos
  
 
Si lo que buscas es harinas dulces:
Bizcochitos de canela y almendras                    Bizcocho de arándanos
 
Si siempre te ha encantado el queso, pero has decido no lácteos:
Queso de untar a las finas hierbas

Te aseguro que todas estas recetas que te propongo son muy sencillas y rápidas de preparar. Van a saciar ese impulso que tienes en un momento determinado, con ingredientes equilibrados.
4.-Prepara cada comida como si fuera una celebración.
Prepara tu comida como si lo hicieras para la persona que más quieres. Cuando cocinas para personas que quieres cuidar ¿Les metes prisa? ¿Presentas el plato de cualquier manera? ¿Les das de comer»lo que sea»?
¡Seguro que no! Entonces ¿Por qué lo haces contigo?
A partir de ahora, cocina con mimo, sabiendo que te estás cuidando. Presenta tus platos de modo que te resulten atractivos. Y siéntate en las comidas, come despacio, saboreando cada bocado, disfrutando de la maravillosa comida que has preparado para ti.
 5.–Haz un ejercicio de reflexión. Observa si en tu vida faltan momentos de placer.
Tal como os contaba en el artículo anterior, la comida se relaciona mucho con el placer en nuestro cerebro. Por lo que es importante buscar esos momentos placenteros, que hacen vibrar nuestro interior.
Si lo piensas, seguro que encuentras actividades, momentos, que te pueden hacer sentir placer. Y seguro que no son cosas tan complicadas de alcanzar o buscarles un hueco en tu vida.
 
Los alimentos que eliges, como los cocinas, y como te los comes, hablan mucho de como te sientes.
Si quieres trabajar tus emociones, comenzar con tu alimentación es una estupenda propuesta.
Estarás sembrando una tierra fuerte y fértil en la que trabajar y limpiar todos esos rincones, donde un día pusiste esas emociones que quieren mostrarse para ser sanadas.