Tarta de queso vegana fermentada con kombucha

¿Te gusta la tarta de queso vegana, pero tanto fruto seco se te hace pesado?

Esto me sucedía a mi hace unos años, cuando no le daba la importancia que tenía al remojo de las semillas.

Tanto cereales, como legumbres, como frutos secos y todas las semillas, necesitan un proceso de activación para así poder digerirlas correctamente. Te dejo aquí un artículo que escribí hace tiempo en donde puedes encontrar mas información sobre este tema. La fermentación de cereales y legumbres para una buena asimilación

Una buena forma de activar las semillas es haciéndolo con un fermentado. De esta forma, nos aseguramos que tiene una carga bacteriana que va a ayudar a la predigestión de este alimento.

Yo lo noté enseguida, antes, los frutos secos, si comía en grandes cantidades, me generaban pesadez y desde que los remojo con diferentes fermentados, puedo consumirlos mas a menudo.

Así que con el tiempo preparé esta receta de la que me enamoré nada mas probarla. Es una tarta de queso vegana activada con kombucha.

Tiene mucha cantidad de frutos secos y no es para comer grandes cantidades, pero… Te aseguro que si la pruebas, te va a encantar.

Además, la preparamos en la feria Biocultura 2019 en colaboración con Kombutxa y todo le gustó a todas las personas que la probaron.

¿Te animas a preparala?

Tarta de queso vegana fermentada con kombucha

Ingredientes:

Para la base:

• 1 y 1/2 taza de harina integral de trigo
• 80 ml de aceite de oliva
• 80 ml de kombucha
• sal

Para el relleno:

• 400gr de anacardos o almendras
• 240ml de kombucha
• 50gr de dátiles
• 100gr de puré de almendras
• 50gr de melaza de arroz
• 1 limón
• Frutos rojos y hojas de menta para decorar
• sal

Elaboración:

Preparamos la base mezclando todos los ingredientes hasta que quede una masa homogénea. La dejamos reposar para que fermente durante 2 horas. La extendemos sobre una bandeja de tarta. Calentamos el horno a 180º y lo introducimos durante 20 minutos o hasta que quede dorado y crujiente. Dejamos enfriar y reservamos.

Para preparar el relleno, colocamos a remojo los frutos secos con kombucha a temperatura ambiente durante 6 horas. Escurrimos los frutos secos y podemos guardar el líquido para utilizar en otras recetas.

Con la ayuda de una batidora, colocamos los frutos secos, el puré de almendras, los dátiles, la melaza de arroz, una pizca de sal y la ralladura de la cáscara de limón y lo batimos hasta que quede homogéneo.

Vertemos la masa sobre la base que hemos preparado y la dejamos en la nevera para que la consistencia sea mayor.

Decoramos con frutos rojos y hojas de menta.